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Siempre que me comentan acerca de la implementación de un sistema en un negocio pequeño o empresa recibo la idea de que es tan sólo instalar un programa cualquiera en el que sólo le damos click al botón “siguiente”. En parte, entiendo que esas ideas puedan darse puesto que no todo mundo tiene el conocimiento técnico para entender que una implementación va mucho más allá de sólo eso.

También consulto si es que verdaderamente es necesario una implementación de ese tipo. Siempre recomiendo que primero es mejor “ordenar la casa”. Y, ¿a qué me refiero con esto? Pues es muy sencillo. Muchas veces puedes aumentar tu productividad o mejorar tus indicadores con tan solo ordenar tus procesos de negocio. Un proyecto de rediseño de procesos es esencial en esta primera etapa, teniendo los procesos redefinidos recién podemos optar por automatizar las actividades que las requieran.

¿Elaborar un software desde cero o comprar el famoso software? Cualquiera de las dos opciones es válida sin importar el tamaño de tu negocio. Lo único que debes recordar antes de tomar una decisión es que siempre “el software se adapta a la organización, no al revés”. Es decir, cualquiera que sea el camino que elijas, el punto de partida es que se monitoreen los procesos que el sistema debe automatizar.

El primer punto es hacer los planos (Business Blueprints, o BBP, para ser más técnicos). En ellos podremos mapear los procesos que utilizaremos, sus interconexiones con otras áreas y tus usuarios clave. Luego llega la automatización, ya sea por la elaboración propiamente dicha de tu software personalizado o la adecuación de un software de licencia.

Luego llegan las pruebas en la que tus usuarios clave deben verificar y validar que todo funcione correctamente. Un siguiente paso son las capacitaciones masivas a tus colaboradores y la elaboración de manuales y procedimientos como parte final del proyecto.

Como verán, puede no resultar sencilla la instalación de un nuevo sistema en tu negocio (dependiendo del tamaño del mismo) pero sin duda alguna no deja de ser un tipo de proyecto muy interesante en el que tanto implementador como cliente deben trabajar en conjunto para lograr el objetivo. En lo personal, es uno de los tipos de proyectos en los que más me gusta trabajar. Y a ti ¿qué te pareció esta información?