Es cierto; nadie pensó, ni gobierno, ni población, que la pandemia finalmente llegaría al país. “Está lejos, en China” pensábamos y por lo mismo que se sentía lejos es que nos creíamos intocables. Hasta que llegó un 6 de marzo en el 2020 cuando se detectó el primer caso de la enfermedad en el país, poco tiempo después llegaría la cuarentena. ¿Qué hicimos desde entonces?
El país se detuvo. Sólo funcionaban los servicios básicos de producción para asegurar el abastecimiento de alimentos y medicinas. Así estuvimos hasta que se flexibilizaron las medidas para empezar a reactivar la economía del país. Hasta este punto, ¿dónde interviene la tecnología?
Uno de los primeros puntos en entrar a la reactivación fue el envío de productos por delivery. Se establecieron los protocolos, pero ¿cuántos negocios estaban realmente preparados? ¿Tenían todos acaso las condiciones mínimas viables para realizar el cambio en cómo brindaban sus servicios? Ni las empresas más grandes se salvaron. Las quejas son conocidas ya por todos.
Por ello es que insistimos en la transformación digital y al hablar de ello no nos referimos obligatoriamente a adquirir grandes sistemas que automaticen muchos procesos. Vivimos en un país de múltiples realidades y hablar de grandes inversiones en grandes cosas es completamente inviable para muchos negocios. Las soluciones pueden llegar de diferentes maneras.
Lo principal: establecer claramente tu imagen. Dependiendo del monto de inversión al que puedes acceder existen diferentes opciones para que repotencies tu negocio. Desde trabajar desde tus redes sociales, un portal informativo enlazado a ellas donde tengas un catálogo de productos y muestres claramente todas sus características, integración con portales e-commerce gratuitos o incluso tener tu propio portal e-commerce ajustado a todas tus necesidades.
El mayor tip que podemos darte es que se debe mostrar lo mejor posible tus productos. Mientras más clara y mayor sea la información que compartas con tu público, menor será la cantidad de dudas que ellos tengan y mejores ratios de conversión tendrás en tus ventas. Evita caer en el clásico (y muy odiado por los clientes) “te envío la información al inbox” por que al hacer eso, caes en el riesgo de recibir muchas consultas y no poder responderlas todas. Eso genera dudas acerca de tu transparencia. Mientras más preciso seas, mejor.