¿Quién no ha soñado con viajar por el mundo y facturar a la vez? Yo de todas maneras lo he hecho y espero que ustedes también. Esa es una de las cosas hermosas que nos ha dejado el internet y la digitalización de las empresas.
La tecnología, hoy en día nos permite cruzar fronteras, no solo con nuestras operaciones propias, si no con las experiencias que nos brinda el poder llegar físicamente a nuevas experiencias por medio de cada uno de nuestros colaboradores y líderes.
Pero, ¿sabías que tan solo un 16% de empresas a nivel mundial se han transformado y migrado a operaciones completamente remotas? Esto es algo que es entendible, uno pensaría que hay menor control sobre los trabajadores, que no cumplan con sus metas, que haya más distracciones en casa que los haga poner el trabajo como segunda prioridad. Por supuesto que no podemos esperar que nadie tenga distracciones o que para todos funcione el teletrabajo de la misma manera, claro que no. Siempre existen imprevistos que uno debe de tener presentes y así poder mirar hacia todos los escenarios.
Concentrémonos en la estadística que nos brinda lo positivo del trabajo remoto. Por ejemplo, podemos tener en cuenta el ahorro de las empresas en alquileres, servicios y mobiliario. Esto significa alrededor de un 30% de ahorro para ellas en cuanto a costos operativos. Imagínate, esto puede ayudar a la reinversión, mejores remuneraciones para conseguir mejores profesionales que ocupen puestos claves, entre muchas otras opciones.
Así mismo, podemos hacer un paralelo entre los costos que ahorra la empresa y lo que los colaboradores remotos aportan a las mismas. Diversos estudios han determinado que un trabajador remoto motivado representa un incremento de hasta $ 2,000 en las ganancias totales. Imagina este incremento para tu empresa. ¿Qué podrías realizar con esta mejora económica? Seguramente ya lo tienes mapeado, pero continuemos.
Como un trabajador aporta a la empresa, para ellos mismos es más atractivo el poder trabajar remotamente desde donde sea. ¿Dónde sea? Si, DONDE SEA. Es aquí la parte en la cual te cuento que no tiene que estar en una casa para poder trabajar. Puede estar en una isla paradisiaca, disfrutando de la vista, del sol, del mar, la arena y con un increíble bronceado, pero si tiene una conexión a internet estable, cumple con las metas que le trazas y lo hace excelente...¿Por qué cortarle las alas?
¡Felicidades! Tu colaborador es un ciudadano global. Entremos a más estadísticas; a nivel mundial, se estima que los trabajadores remotos ahorran alrededor de $ 7,000 en costos de transporte (¿ves cómo esto se refleja en que puedan viajar más?). Y otro dato interesante es que el 69% de los millennials renunciarían a ciertos beneficios laborales por un espacio de trabajo más flexible.
Ahora, como lo comentamos anteriormente en nuestro artículo ¿Digitalización Ecoamigable? - El impacto de la transformación digital, el medio ambiente también se ve beneficiado, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero en un promedio 600,000 autos. Increíble.
Pero no nos alejemos del punto. Nuestros ciudadanos globales apoyados en la tecnología.
Parece mucha información la que te presenté anteriormente, sin embargo, llegamos a este punto, si tus trabajadores son ciudadanos globales, tu empresa también lo será, ¿por qué? Porque tus colaboradores son el motor de tu negocio. Tienes un colaborador realizado, inspirado y motivado el cual hará maravillas con esa nueva visión que trae del mundo, sus culturas, paisajes y costumbres. Puede hacer una gran investigación de mercado si eres una empresa que vende productos físicos, o puede traer nuevas tecnologías a tu mesa de lo que pueda haber visto en su travesía.
¿Quién se inspira más? ¿Un colaborador que no tiene calidad de vida, encerrado en cuatro paredes, donde su único pasatiempo es mirar a la pantalla por todo el trabajo que tiene que hacer, o aquel que puede vivir nuevas aventuras, disfrutar de su familia y seguir pasiones que alrededor del mundo le harán ampliar sus horizontes?
Podría seguir hablando por horas de este tema, pero creo que podemos sacarles provecho a las diversas visiones.
En conclusión, la tecnología nos brinda una nueva forma de ampliar nuestros horizontes, como empresas y como personas. Nos da la flexibilidad de poder lanzarnos a nuevas aventuras sin descuidar nuestra facturación, y a la vez nos amplía conocimientos cuando viajamos y podemos descubrir culturas, costumbres y estilos de vida que podemos incluir en nuestro día a día cuando regresamos a la rutina. En pocas palabras, nos volvió ciudadanos globales que entendemos nuestras fortalezas y que podemos lograr las cosas cuando nos las proponemos cruzando fronteras.
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