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Leer la resistencia para avanzar

Kiara Artieda Burgos Directora de Vértice 09 de Abril de 2025

Hoy conversaba con un colaborador de una empresa icónica en Perú, del sector industrial, con una trayectoria de más de 34 años trabajando en esta compañía. Literalmente: empezó a trabajar aquí cuando yo nací. ¡Toda una vida en el mismo lugar!

Me contó sobre las compras y fusiones que tuvo esta empresa, sobre los tipos de líderes que llegaron a gestionar su área, sobre cómo la tecnología llegó para cambiarlo todo, sobre las capacitaciones que tuvieron para aprender a volar drones, sobre cómo se adaptaron a la pandemia, y mucho más... ¡Realmente fue un placer escucharlo! Y si algo se repitió en esta admirable historia fue la palabra "cambio".

Pienso que cambiar disgusta, incomoda y no se siente tan bien al inicio. Al menos hablo desde mi experiencia personal y profesional. Creo que es una reacción natural cuando frente a nosotros está la posibilidad de "perder algo". Pierdo control, pierdo seguridad, pierdo certeza, pierdo comodidad, pierdo algo que ya conocía, que ya era parte de mí.

En Vértice estamos enfocadas en maximizar talento y, en ese proceso, nos ha tocado acompañar a personas, líderes, equipos, áreas y organizaciones en sus procesos de cambio. Cambios en dimensiones muy variadas: transformación cultural en fintechs, rediseño organizacional en universidades, integración de equipos en empresas del sector retail, reestructuraciones en banca, entre muchos otros. Y puedo atreverme a decir que en la gran mayoría de casos hay resistencia si el cambio no se gestiona. Si hacemos como que no está pasando. Y si nuestra respuesta es:

  • - "Lo único constante es el cambio".
  • - "Se han quedado en el pasado".
  • - "La pandemia lo cambió todo y ya hemos aprendido a adaptarnos".
  • - "Necesitan desarrollar una mentalidad de crecimiento, y no lo hacen".

Es que sí, y no. A estas alturas de la carrera no podemos pretender ir en contra de nuestra naturaleza como seres humanos. Y tampoco podemos pretender ser seres estáticos en el sentido más amplio de la palabra. La resistencia no es el problema. El verdadero riesgo es no saber leerla. Porque la resistencia es información: nos habla de lo que no está claro, de lo que genera miedo, de lo que no hace sentido (aún).

¿Entonces qué hacemos? Si nos centramos en el mundo de las organizaciones, nuestra postura en vértice siempre será: advertir, reconocer y gestionar el cambio.

¿Qué hemos aprendido en el camino?

  • 1. Conoce a tu gente. Habrá personas que se verán afectadas por el cambio y debes conocerlas. ¿Cómo son? ¿Qué dice su historia? ¿Qué las caracteriza? ¿Quién las lidera? Cuando las conocemos - de verdad- entendemos que no se resisten por fastidiar: lo hacen para proteger algo que valoran.
  • 2. La comunicación no basta. Un anuncio, una presentación o un correo no cambian conductas. El cambio se conversa, se explica, se aterriza. Las veces que sea necesario. En una universidad con la que trabajamos, el rediseño organizacional se comunicó bien, pero sin espacios reales de diálogo. Resultado: la gente no entendió cómo le afectaba y el cambio se volvió confuso, lento, lleno de incomodidad.
  • 3. No se trata sólo de procesos, sino de personas. Un banco nos pidió acompañar la implementación de un modelo nuevo de trabajo. Tenían el proceso claro, pero el equipo estaba dividido. ¿El problema? Nadie había conversado sobre los miedos, sobre lo que el trabajo remoto había implicado emocionalmente. Cambiar moviliza, y si no damos espacio para gestionar eso, la resistencia se enquista.
  • 4. El liderazgo es clave. En una empresa de retail, vimos cómo el compromiso del equipo dependía más de cómo lo acompañaba su líder directa que de lo que decía el comité ejecutivo. Cuando el líder escucha, contiene y da ejemplo, el cambio avanza. Cuando no… se frena.

¿Entonces, qué ayuda a superar la resistencia?

  • - Escuchar antes de actuar. No asumir. Preguntar: ¿Qué les preocupa? ¿Qué necesitan para avanzar?
  • - Dar sentido, no sólo instrucciones. Contar el para qué, no solo el qué o el cómo. Cuando hay propósito, hay compromiso.
  • - Cuidar el cómo. No basta con tener el plan. Hay que acompañar emocionalmente. Validar, sostener, seguir conversando (las veces que se necesite).

Cuando una organización aprende a gestionar la resistencia, no solo cambia. Evoluciona y se transforma.


Kiara Artieda es Business y Team Coach por CENTRUM, Master en Marketing Digital por EUDE Business School y Psicóloga Educacional por la PUCP. Con más de 12 años de experiencia en desarrollo del talento humano y cultura organizacional. Con trayectoria en empresas como Rímac, Entel y Backus. Fundadora y Directora de Vgértice, consultora boutique para maximizar talento. Actualmente People Lead en TuCambista, y partner de empresas como Falabella, Aruma, BanBif, BCP, ISEG, entre otras.

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